Arthur Wellesley, Duque de Wellington  
Sitio Napoleónico

 
 Asedio británico, 1812:

En abril de 1811 el ejército francés se encontraba muy debilitado. La expedición de Masséna a Portugal había fracasado y las tropas imperiales se habían visto forzadas a replegarse sobre sus pasos.

Pese a esto,  los franceses aún conservaban en su poder las plazas fuertes de Ciudad Rodrigo y Almeida. Wellington estaba al acecho, estas eran dos puertas que tenía que abrir si quería penetrar en España y expulsar a los imperiales. 

La reputación del mariscal Masséna estaba por los suelos tras el fracaso de la Armeé de Portugal en la campaña de 1810, el Príncipe de Essling veía  ahora la espada del emperador rondar sobre su cabeza. La única manera de limpiar un poco su imagen era obtener una gran victoria sobre los británicos.

André Masséna y Lord Wellington

André Masséna, duque de Rivoli y Píncipe de Essling Arthur Wellesley Duque de Wellington

De esta manera, a principios del mes de mayo, cuando los franceses  se dirigían  a socorrer a Almeida, la cual estaba siendo bloqueada por las tropas de Wellington, se produjo un choque justamente en la frontera de Portugal, la batalla de Fuentes de Oñoro. Tras el choque los imperiales se vieron obligados a replegarse de nuevo y no pudieron evitar la caída de Almeida en manos de los ingleses. Tampoco pudo evitar Masséna ser destituido, así, el 12 de mayo entregó el mando del ejército de Portugal al mariscal Marmont.

Batalla de Fuentes de Oñoro

Batalla de Fuentes de Oñoro


Se sucedieron unos meses en que ambos bandos permanecieron vigilantes el uno con el otro. Esto dio lugar a varios combates en las cercanías de Ciudad Rodrigo. Tras estos combates, el ejército aliado se había visto obligado a replegarse mas allá del río Coa y Lord Wellington, teniendo en cuenta que su fuerza y la del adversario eran muy parecidas y que su ejército se encontraba muy debilitado a causa de las enfermedades, cauto, como siempre, decidió permanecer a la expectativa por un tiempo y no intentar aún el asalto definitivo a la plaza de Ciudad Rodrigo.

En diciembre de 1811 las circunstancias parecían tornarse favorables para el ejército británico, muy recuperado ya de las enfermedades. El cerco a Ciudad Rodrigo se aproximaba.

El 1 de enero de 1812 comenzaban los movimientos británicos tendentes a asediar la plaza fuerte. En esta fecha las tropas inglesas se encontraban en posiciones todavía lejanas a la ciudad. Los días 4 y 5 los británicos se aproximaron progresivamente y el día 8 el ejército cruzó el Águeda  tomó posiciones en las proximidades de Ciudad Rodrigo.

La intención de Wellington era atacar la ciudad desde el Teso de San Francisco, aprovechando de esa manera las obras ofensivas realizadas por los franceses durante el asedio de 1810. De todas formas los franceses, durante el tiempo que habían tenido la plaza en su poder también habían hecho obras defensivas, entre otras, habían fortificado el Teso de San Francisco construyendo un reducto, la Luneta Renaud. Si Wellington quería atacar la plaza con garantías, era necesario tomar primero este reducto.

Plano de planta del Redudto Renaud, sobre el Teso Grande o de San Francisco

Reducto Renaud

Esta situación se produjo en la noche del día 8 . El Major-General Robert Craufurd, envió al lugar un destacamento de su División Ligera, unos 600 hombres al mando del Teniente Coronel Colborne con la intención de tomar la fortificación. El asalto fue rápido y preciso, la luneta Renaud fue tomada sin mayor complicación.
Tras esta operación, la zona del Teso Grande quedaba despejada y los ingleses iniciaban, sin demora las obras de sitio. Esa misma noche los británicos cavaron la primera paralela, mientras, los franceses se centraban en intentar molestar a los británicos en los trabajos mediante fuego artillero y de fusilería. Los días siguientes, hasta el 13 de enero, continuaron con la misma tónica, los ingleses avanzando las obras, construyendo trincheras y asentamientos para las baterías i los franceses intentando estorbarles con continuas salidas y vivo fuego artillero desde la plaza y desde el Convento de San Francisco, aun en su poder.

Plano del asedio británico, 19 de enero de 1812

Plano del asedio de 1812

 

Continuando con la estrategia de tomar los reductos defensivos situados en el exterior de la ciudadela, la noche del 13 al 14, unos 300 hombres de la Legión Alemana del Rey(King´s German Legion) y del 60º Rgto. mandados por el Capitán la Roche, asaltaron y tomaron el convento de Santa Cruz, hoy desaparecido y situado mas o menos en el lugar que hoy ocupa la plaza de toros. Esta acción, permitió a los británicos continuar las necesarias obras de asedio comenzando una segunda paralela con la que se aproximaban aun más a las defensas de la plaza.
El día 14, los franceses aprovechando un cambio de guardia en el que los británicos descuidaban la vigilancia, recuperaron momentáneamente el reducto. La rápida reacción del General Graham y de sus hombres hizo replegarse de nuevo al enemigo hacia Ciudad Rodrigo.

A pesar de estos contratiempos, ese mismo día la artillería estaba lista para su uso y comenzó a abrir fuego sobre la plaza. Los disparos se centraron en la zona donde dos años antes, en 1810, habían abierto la brecha los ahora defensores soldados imperiales.

En la noche del día 14 los atacantes tomaron las  últimas fortificaciones que los franceses conservaban en su poder fuera de la plaza., estas eran el convento de San Francisco y el arrabal del mismo nombre. Continuó el bombardeo el día 15, los escombros de la muralla se encontraban amontonados ya de manera sensible en el foso.

El convento de San Francisco, usado como reducto defensivo en el exterior de la plaza

Convento de San Francisco

El día 16, teniendo en cuenta la situación de la brecha abierta, Wellington invitó a Barrié, Gobernador de la plaza, a rendirse. Obtuvo la negativa por respuesta.
Los días 16 y 17 continuó el fuego artillero dirigido tanto a la brecha grande como a la pequeña. Aunque algo cambió en la actitud de los franceses, comenzaron los preparativos para rechazar un inminente asalto a la brecha.
El día 19 los defensores se dieron cuenta de que la situación no tenia remedio, la brecha grande era completamente practicable y la pequeña cada vez era mayor y en breve estaría completamente abierta.

La brecha grande y el foso, estado actual.

Brecha grande, situación actual

Esa misma mañana del día 19 Wellington hizo un reconocimiento de ambas brechas, tras comprobar su estado, tomó la decisión final de asaltar la plaza.
Para los franceses también era evidente que el asalto estaba muy próximo, el gobernador Barrié tomó todas las medidas para la defensa de las brechas, sobre todo de la mayor, prestando menos atención a la pequeña, cosa que luego se demostraría que fue un gran error por su parte.

La brecha grande según un plano británico de 1812

Plano de la sección de la brecha grande.

Por la noche se produjo el ataque, pero quién mejor que Lord Wellington, a la postre duque de Ciudad Rodrigo para ilustrarnos sobre lo acaecido aquel 19 de enero de 1812:

“El ataque tuvo lugar ayer por la noche con cinco columnas diferentes compuestas por las tropas de la 1ª división, de la división ligera y de la brigada del brigadier general Pack. Las dos columnas de la derecha, mandadas por el teniente coronel O´Toole, del 2º de cazadores portugueses, y por el mayor Ridge del 5º regimiento tenían por misión proteger la marcha del mayor general Mackinnon, que formaba la cuarta columna, hasta lo alto de la brecha practicada en el muro de la falsa braga. Estas tres columnas, compuestas por tropas de la 3ª división, estaban al mando del teniente general Picton.
La cuarta columna -formada por los regimientos 43º y 52º y una parte del 95º, todos ellos de la división ligera, bajo la dirección del mayor general Craufurd- atacó las brechas a la izquierda y en frente del arrabal de San francisco, protegiendo la izquierda del ataque contra la brecha principal por las tropas de la 3ª división. El brigadier Pack, con su brigada, formaba la 5ª columna, destinada a realizar un falso ataque en la fachada sur de la fortaleza.
Otra columna, constituida por el 94º regimiento perteneciente a la 3ª división, descendió al foso en dos columnas a la derecha de la brigada del mayor general Mackinnon con el objeto de apoyar el descenso de este cuerpo en el foso y su ataque en la brecha de la falsa braga de los obstáculos que se suponían que el enemigo habría levantado para ponerse a su avance.
Todos los ataques fueron coronados por el éxito. El brigadier general Pack superó incluso mis previsiones, convirtiendo su falso ataque en un ataque real. Su vanguardia, mandada por el mayor Lynch, persiguió las tropas del enemigo más allá de las obras avanzadas, hasta la falsa braga, haciendo prisioneros a todos los que se encontraban allí.
En mayor Ridge, del II batallón del 5º regimiento, habiendo escalado el muro de la falsa braga, dio el asalto a la brecha principal del cuerpo de la plaza conjuntamente con el 94º regimiento mandado por el teniente coronel Campbell que, al mismo tiempo había avanzado a lo largo del foso asaltando la brecha de la falsa braga, marchando ambos en vanguardia de la brigada del mayor general Mackinnon. De esta forma, estos dos regimientos no solo protegieron el avance de la brigada del mayor general Mackinnon con sus movimientos y maniobras, sino que se adelantaron en el ataque.
El mayor general Craufurd y el mayor general Vandeleur, al igual que las tropas ligeras situadas a la izquierda, se adelantaron igualmente por este costado y en menos de media hora después de iniciado el ataque nuestros soldados se habían adueñado de la plaza, concentrándose junto a las murallas. El enemigo se rindió entonces, después de haber sufrido pérdidas considerables”.
(Carta de Wellington a Lord Liverpool 20.01-1812)

Grabado de William Heath que representa el asalto a la brecha el la noche del 19 de enero de 1812

Grabado de William Heath que representa el asalto a la brecha

Del relato de Barrié sobre el asalto se puede destacar la parte en la que habla de la entrada definitiva de los británicos en Ciudad Rodrigo por la brecha pequeña:

“…los cazadores situados en la pequeña brecha, después de haber resistido el primer choque con el enemigo, habían cedido enseguida, Los ingleses, una vez alcanzada la muralla, no pudieron extenderse hacia la derecha, siendo rechazados  por el fuego de nuestros atrincheramientos , habiendo trasladado su esfuerzo hacia la izquierda, habían forzado a retirarse a nuestros cazadores y después se habían desparramado por la ciudad”. (Informe de Barrié)

Se demostraba que Barrié no dio la importancia que merecía la brecha pequeña, no defendiéndola  suficientemente.

El duque de Wellington en Ciudad Rodrigo tras la toma de la plaza

Wellington en Ciudad Rodrigo

Tras el asalto se sucedieron escenas lamentables de saqueo, violaciones y asesinatos, por otra parte típicas en la época tras el asalto a plazas fuertes.

El asalto produjo numerosas bajas en ambos bandos, siendo mas numerosas en el británico, los autores no se ponen de acuerdo en el número, pero podríamos decir que entre muertos y heridos se podrían contar unos 1000 hombres entre los que se encontraban el general Mackinnon muerto durante el asalto y el general Craufurd, herido y muerto cinco días después a consecuencia de las heridas sufridas mientras lideraba el asalto a la brecha pequeña. Las bajas francesas fueron menos numerosas unos 300 entre muertos y heridos a los que hay que sumar otros 1300 que fueron hechos prisioneros.

El asalto y toma de Ciudad Rodrigo le valió a Wellington el título de Duque de Ciudad Rodrigo concedido por las Cortes españolas en decreto del 30 de enero de 1812.

 

 

 

 
 
 
         
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