Arthur Wellesley, Duqye de Wellinton y de Ciudad Rodrigo  
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Combate de El Bodón

El 25 de septiembre de 1811 se produce cerca de el pueblo salmantino de El bodón uno de los combates más heroicos por lo insólito y arriesgado de los que recuerdan los británicos de todos los que se sucedieron durante la Guerra Peninsular. Pasamos a relatarlo.

Nos situamos a principios del mes de septiembre de 1811, estamos ante los preliminares del asedio de la plaza Ciudad Rodrigo por parte de los británicos. Las tropas de Wellington ocupan posiciones cercanas al pequeño pueblo de El Bodón. En este momento, y con intención de atacar a los ingleses, por parte de los franceses se propicia una concentración de tropas en la zona a cargo del General Marmont. Este hecho obliga a Wellington a retirarse aunque mantiene en una posición entre Pastores y El Bodón a la 3ª División al mando del Major-General Thomas Picton, con la misión de proteger y asegurar la retirada.

El 25 de septiembre, Marmont envia una fuerza de unso 30 escuadrones de caballería apoyados por la artillería y unos 15.000 hombres de infantería. Los británicos, muy inferiores en número, defienden una posición elevada junto a El Bodón, en la carretera hacia Fuenteguinaldo. La fuerza británica a las órdenes de Picton, está compuesta por el 77th y el 5th Foot mandados por el General Charles Colville, los cuales forman en línea, unos 500 hombres de caballería comandados por el Major-General Baron Alten, asi como dos escuadrones del 11th Ligh Dragoons y un escuadrón del 1st German Hussars de la KGL, dos baterías de cañones portugueses y el 21º a pie Portugués que se encuentra en reserva.

Combate de El Bodón visto por los Portugueses

A la cabeza de los 30 escuadrones de caballería francecses se encuntra el Mariscal Montbrun, el cual, al apercibirse de la debilidad del enemigo decide atacarlo sin aguardar a la llegada de la infantería que venía en su apoyo. A pesar de la resistencia británica y del acertado fuego de la artillería portuguesa, los franceses logran alcanzar la posición defendida por los aliados, aunque la caballería británica, tras sucesivas cargas, repele la agresión y obliga a retroceder a los hombres de Montbrun.

En un momento de debilidad de los defensores, los franceses logran reducir a los artilleros portugueses y arrebatarles dos cañones. Es en este punto donde se produce un hecho épico sin precedentes, recordado por la literatura histórica británica como una de las gestas más heroicas de las realizadas por sus soldados. Algo insólito ocurre, dos regimientos a pié ingleses, el 5th y el 77th al mando del Teniente Coronel Bromhead, cargan a la bayoneta contra la caballería francesa, recuperando las dos piezas de artillería perdidas y haciendo retroceder al enemigo.

No termina aqui la gesta, la infantería francesa que venía en apoyo, está a punto de llegar y Wellington, prudente, ordena la retirada de los defensores. Para proteger el repliegue, los aliados forman dos cuadros contra los que repetidas veces carga la caballería francesa sin conseguir doblegarlos. Esta circunstancia permite a los británicos retirarse ordenadamente hacia posiciones mas retrasadas bajo el amparo del resto de la Divisón.

Picton y Marmont en dos grabados de la época

General Thomas Picton Mariscal Auguste Frederich Louis Marmont

Esta valiente defensa de la posición, permitió a los británicos, aun en la retirada, conservar la preeminencia en la zona, obligando a los hombres de Marmont a regresar a Ciudad Rodrigo, el próximo objetivo de Lord Wellinton.

 

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