Nos situamos a principios de julio de 1810, Ciudad Rodrigo se encontraba ya en manos francesas y es utilizado por los soldados imperiales como punto de partida para realizar continuas incursiones en el territorio teóricamente dominado por los puestos avanzados británicos. La misión de estas incursiones francesas era principalmente la de recopilar información sobre la situación de las avanzadillas británicas, pero aprovechaban también para recoger provisiones para su ejército por allí por donde pasaban.
El general Robert Craufurd estaba harto de esta situación, el terreno que ahora pisaban los franceses había sido dominado por el hacía muy poco. Ante esta circunstancia, Craufurd decidió tender una emboscada a una de las columnas francesas enviadas desde Ciudad Rodrigo, se trataba de unos 30 jinetes franceses que precedían a otros 30 infantes del 22º de línea mandados por el capitán Gouache, los cuales tenían por objetivo el pueblo de Villar de Puerco, actualmente Villar de Argañán.
Craufurd preparó la emboscada al mas puro estilo guerrillero de la División Ligera aunque bien es cierto que usó un gran número de efectivos, muy superior al de sus rivales. De caballería contaba con dos batallones del 1º de húsares de la King´s German Legion, dos escuadrones del 16º de Dragones Ligeros mas otros tres escuadrones del 14º de Dragones Ligeros. A éstos, se sumaban cinco compañías del 95º de Rifles, dos compañías del 52º de infantería, otras tres del 43º mas el 3º de Caçadores portugueses. Es evidente que formaban una fuerza muy superior en número a la de sus enemigos aquel día.
Plano del combate de Villar de Puerco, actual Villar de Argañán.
A medianoche recién iniciado el día 11 de julio, los hombres de la División Ligera cruzaron el Río Dos Casas, Craufurd desplegó a sus hombres situando la mayor parte en un maizal junto al Villar de Puerco. El mismo Craufurd se acercó en persona hasta el pueblo, pudo ver a los Dragones franceses entrar en Villar de Puerco, fue consciente de su superioridad numérica y, sin esperar ni siquiera a la llegada de su infantería, decidió ordenar a los Húsares de la KGL, mandados por Krauchenberg y a un escuadrón del 16º de Dragones de Ashworth que atacaran a loa jinetes franceses. La caballería británica tuvo dificultades para aproximarse a los franceses, pues para llegar hasta ellos tenían que pasar por un desfiladero muy estrecho. Los Húsares y Dragones ingleses se detuvieron al observar a la infantería francesa, los hombres del 22º de línea, que se encontraban semiocultos entre el maíz se convertían ahora en el objetivo de la caballería de Krauchenberg. El capitán Gouache, previendo la situación que se le venía encima, se apresuró a formar a sus hombres en cuadro para intentar repeler el ataque de la caballería. Éste no tardó en producirse, el cuadro recibió una primera carga por parte de los alemanes de la KGL y del 16º de Dragones Ligeros, al que respondieron con una certera descarga de fusilería con la que abatieron a varios jinetes y caballos y que obligó a retroceder a los británicos. Los imperiales aguantaron el cuadro y se prepararon para recibir un segundo ataque a cargo del 14º de Dragones, fue repelido de la misma manera, varios de los jinetes cayeron heridos de bala, los que continuaron el ataque se toparon con las afiladas bayonetas de la infantería.
Craufurd estaba desesperado, un puñado de infantes franceses habían rechazado a toda su caballería. El ataque había sido precipitado y los hombres de la infantería británica no habían tenido ni siquiera tiempo de entrar en combate, aun tuvo tiempo de preparar Craufurd otro ataque, pero un desgraciado error al confundir su propia caballería con la francesa frustró completamente la esperanza de salir victorioso de este combate.
Los hombres del capitán Gouache y del sargento Patois aprovecharon el error para retirarse a posiciones mas seguras.
El resultado final del combate fueron 30 jinetes y 30 caballos británicos muertos, los 31 dragones franceses fueron hechos prisioneros. Pero lo mas destacable fue que el capitán Gouache no perdió ni un solo hombre, el capitán fue recompensado con un ascenso, el sargento recibió la anhelada legión de honor.
|