Durante el último tercio del año 1809, el General francés Jean Gabriel Le Marchand se encontraba establecido en la ciudad de Salamanca, en una posición cómoda y sin esperar en ningún caso que los españoles tomasen la iniciativa. Por aquel entonces, los españoles se hallaban en las inmediaciones de Ciudad Rodrigo, en esta posición se encontraba el ejército de la izquierda, comandado por el General Don Diego de Cañas y Portocarrero, mas conocido como Duque del Parque.
El Español Duque del Parque y el Francés Le Marchand
En contra de las suposiciones de los franceses, del Parque decidió avanzar hacia Salamanca, posición ocupada por los franceses y situó sus tropas en las inmediaciones del pequeño pueblo de Tamames, justamente en la ladera de las alturas que rodean la villa. Contaba en sus fuerzas con unos 10.000 soldados de infantería y otros 1000 más de caballería.
Con muy parecida fuerza se dirigió el General Le Marchand a su encuentro, al percatarse de las intenciones de los españoles mandó unos 10.00o infantes y 1200 jinetes a la zona, se presentaron el 18 de octubre frente a los españoles, situándose en una posición en la que el pueblo de Tamames quedaba en una zona intermedia entre las tropas españolas y las suyas propias.
Situación de batalla según un antiguo plano de factura Británica
Reconocido el terreno y sin perder tiempo, lanzó el ataque inicial. El general Maucune, se encargó de comandar la derecha de este ataque rodeando el pueblo y chocando contra la vanguardia española, la cual se situaba en el flanco izquierdo de la fuerza española y era comandada por el General Don Martín de la Carrera. Tras una maniobra desordenada y poco acertada de la caballería española encargada de defender la posición, los jinetes franceses se apoderaron de una batería de 7 piezas española, matando a todos los artilleros. En este momento, viendo el peligro, el Duque del Parque dirigió a todo su estado mayor a la zona de choque, consiguiendo reorganizar la caballería y junto con el apoyo de la 2ª División, mandada por el Conde de Belveder, la cual se encontraba situada en reserva, consiguió salvar la situación, recuperando seis de las siete piezas perdidas. Acto seguido los regimientos de Vanguardia Príncipe, Zaragoza, Barbastro y Voluntarios de Cataluña, así como los de la 2ª División del Rey y Sevilla se lanzaron, bayoneta calada a por el enemigo, derrotando al flanco derecho y obligándoles a retroceder sobre sus pasos, arrebatando en la huida un cañón y municiones.
En este caso vemos un plano de la Batalla de Tamames desde la perspectiva española
Mientras esto sucedía, los franceses intentaban romper las líneas españolas por el centro, empresa difícil, ya que el centro y la izquierda españoles ocupaban posiciones ventajosas, apostados en las alturas antes mencionadas, se situaban hombres de la 1ª división, liderada por el General Losada, los cuales, junto con la artillería, masacraban a las tropas imperiales en su penoso ascenso. Pese a esto, las dos columnas francesas que intentaban el acenso, mandadas por los generales Marcognet y Labasset, consiguieron aproximarse a las líneas españolas, en este momento, los hombres de la 1ª División calaron las bayonetas y cayeron sobre los imperiales, haciéndoles retroceder ladera abajo, arrebatándoles un águila.
Con esta situación, con sus tropas derrotadas en todos los flancos, Le Marchand creyó prudente retirarse de nuevo hacia Salamanca, ciudad que poco después de vió obligado a abandonar al ser informado de que las tropas españolas se dirigían a la ciudad.
Las bajas francesas fueron unas 1300 y las españolas se contaron en número de 672. |